Una educación que busca la unidad entre Fe y Razón

Así como perfeccionamos las ciencias, debemos perfeccionar la moral, sin la cual el saber se destruye. (Isaac Newton)







lunes, 25 de enero de 2010

A comer..., sin problemas



Por María Manzano Llorente
Tutora 3º Educación Infantil
Colegio Edith Stein

La alimentación de un niño pasa por muchas etapas durante los primeros años de vida hasta alcanzar la variedad y flexibilidad de un adulto.
A los niños les cuesta probar nuevos gustos, sabores, texturas y hay muchas cosas que les resultan desagradables hasta que son un poquito mayores.

Los niños requieren mucha rutina en todo, incluso en la variedad de alimentos. Les gusta saber que cada noche hay de cena sopa, por ejemplo; les da mucha tranquilidad. Somos los mayores, por cierto, los que nos aburrimos de hacer siempre lo mismo; pero ellos están encantados. Es igual que con los dibujos animados, estarían viendo siempre los mismos sin aburrirse hasta aprendérselos de memoria. Ellos hacen las cosas siempre en el mismo orden así funciona su reloj, es su manera de organizarse.

Debemos hacer de la comida un momento especial. No sólo alimentamos a nuestros pequeños, sino que debemos aprovechar este momento para estrechar nuestro vínculo con él, hablándoles, cantándoles, y compartimos el momento viendo cómo disfruta comiendo o tomando su biberón.

Este rato ha de ser agradable, relajado sin nervios ni tensiones. Para ello no hay que marcarse objetivos demasiados rígidos y dejar que el niño o la niña se vayan adaptando a su propio ritmo.

Los errores más frecuentes son:
Estar pendiente constantemente de la balanza, y obsesionarse con las cantidades que toma.
Obligarle a comer cuando toca.
Distraer al niño para que coma sin darse cuenta.
Engañar al pequeño con el chupete y cambiárselo por el biberón sin que se de cuenta.
Pensar que los mejores padres son los que tienen niños “hermosos”,
Pensar que es culpa nuestra que no coma bien.

Antes de alarmarnos debemos averiguar por qué no come bien. No es lo mismo un niño inapetente que uno caprichoso u otro que está pasando por un momento “difícil” (cómo el nacimiento de un hermano).

Nuestra prioridad es que coma, que se alimente y crezca sano y fuerte. ¿Cómo conseguirlo? Dependerá de muchos factores, pero os vamos a dar algunos trucos básicos para enfrentarse con éxito a la hora de comer.
1. La paciencia y la indiferencia son nuestra mejor arma ante una comida conflictiva. Perder los nervios, amenazarle sin tele por ejemplo, no ayudará a que el pequeño aprenda a comer de todo y de una forma regular.
2. La hora de comer ha de ser un momento relajado donde haya intercambio y relajación entre padres e hijos. Es bueno que os vean comer a vosotros también, ya que así os imitarán.
3. Hacedle platos con pequeñas raciones, es importante que lo pueda acabar para poder alabar la conducta (con aplausos, aspavientos) y tienda a repetir esa conducta que le has alabado.
4. Evitad que tome mucho agua entre comidas, hay que empezar a ofrecerle agua en pequeñas cantidades y siempre después de comer, cuándo empiece con la comida sólida.
5. Al principio hay que dejarle que toque la comida con las manos, que experimente y poco a poco enseñarle a usar los utensilios adecuados.
6. El tiempo de comer debe oscilar entre veinte minutos y media hora; a partir de ahí es tiempo perdido.
7. Es importante hacer de la hora de la comida un momento agradable y esperado por el niño. Siempre debe comer en el mismo lugar y de la misma manera y mejor si es en la cocina.

Si las recomendaciones anteriores no funcionan, es aconsejable que se quede a comer en el colegio o en casa con los abuelos una temporada; es mejor cortar esta situación que alargarla y crear un verdadero conflicto.
Si te sorprendes a ti mismo pensando ¡bien! hoy me libro la comida del niño, es que algo no funciona como debiera.

El objetivo es acabar con la situación que produce el desgaste psicológico, desimplicarse para aumentar el grado de objetividad. Seguramente en un ambiente más neutral, con más niños se motivará más y tenderá a copiar las acciones de sus compañeros, y así aprenderá a comer sin problemas.

Hay tiempo para todo, es mejor ir despacio, pero con buena letra.